Evelyn Criollo

Evelyn Criollo

Evelyn Criollo es una feminista de 29 años, actualmente  estudia una maestría en sociología en La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y está desarrollando su tesis sobre la acción colectiva en el puente Vivas Nos Queremos. Para ella, el puente es un hito en el feminismo cuencano.

Evelyn data el inicio de las acciones en el puente durante el primer levantamiento del toque de queda durante la pandemia de covid-19, en el contexto del veto al Código Orgánico de la Salud (COS) impuesto por el gobierno de Lenin Moreno en 2020. Uno de los principales objetivos que tenía el COS,  era avanzar hacia la garantía de los derechos reproductivos y de salud sexual de las mujeres.

“El COS aseguraba que las mujeres que llegaban con procesos de aborto en curso podían recibir la atención en los hospitales sin ser criminalizadas, así que comenzamos a activarnos a nivel nacional y salimos a pegar artes en diferentes partes del Ecuador”.

En Cuenca salieron varios grupos pro derechos a pegar hojas que contenían frases como  “Saquen sus rosarios de nuestros ovarios”, uno de esos grupos pasó por el puente antes llamado Mariano Moreno, cuya construcción data de 1930.

“El puente no tenía un significado tan fuerte como ahora, el 28 de septiembre de 2020,  el Día de la Acción Global por un Aborto Libre, grafiteamos “seguimos abortando, seguimos acompañando” pero no fue planeado. Al siguiente día fue pintado de blanco, Pedro Palacios reclamaba la acción de vándalos y fue la misma opinión de Christian Zamora, actual alcalde de la ciudad. Les  importaba más proteger la arquitectura de la ciudad por su historia  de afrancesamiento, porque es La Atenas del Ecuador”.

Durante las fiestas de independencia del 3 de noviembre de 2020 ocurrieron 6 femicidios a nivel nacional en Cuenca con el caso de Maribel P., (Cuenca) trabajadora sexual y madre, murió en manos de Byron G. con 113 puñaladas; Katherine L. (Ambato)  de 28 años, recibió 24 puñaladas por la espalda, siendo Gabriel Chica, sospechoso y expareja; el cadáver de Yomira Chiquito Gil (Babahoyo) de 24 años y madre de un niño de cinco años, se encontró embalada dentro de una bolsa negra, con señales de estrangulamiento, desaparecida ocho días antes apareció muerta en la casa de un amigo en Babahoyo; Casilda (Esmeraldas) de 59 años, fue atacada con un destornillador por Efrén P. llamó al ECU 911 y confesó su crimen; Marilyn, de 25 años, reportada como desaparecida, murió también apuñalada por su novio Carlos Roberto O. A; y a Cristina de 32 años, una mujer trans a quien su madre la encontró muerta con cuatro puñaladas. Las tres últimas pertenecientes a la ciudad de Quito.

“Las instituciones han tratado de hacer ver el puente como una atracción más, pero es un puente de memoria, no de festejo, es para que te choques con la realidad, para que veas que tu nombre aunque  con diferente apellido, está ahí, y reflexiones que te puede pasar a ti como a todas”.

Evelyn reflexiona que las acciones en el puente también revelaron el fachismo y racismo de la sociedad cuencana. El 7 de marzo de 2021, Liz Zhingri, Comunicadora Social por la Universidad de Cuenca. escribió en X:

“Dicen que me buscan. Han sido días de shock. El amedrentamiento y amenazas hacia mi persona por mi activismo feminista y por ser mujer indígena en Cuenca, una ciudad de castas, es real”.

Lo escribió en respuesta a panfletos que exageran sus rasgos faciales y que la señalaban de india felinboche radical, ofreciendo una recompensa de 0,05 centavos por ella. 

“La Liz estuvo ahí junto con  muchas otras mujeres,  pero quien fue atacada fue ella, yo creo que fue por el racismo, Liz es una mujer indígena feminista, hay una cuestión de raza y clase asentada en Cuenca. Nos preguntamos quién hizo eso, pensamos que son machos que no pueden controlarse y si son capaces de hacer eso con un puente que conmemora la lucha y memoria, nosotras estamos en riesgo”. 

Evelyn considera que el feminismo debe tomarse más espacios, pero no descuidar el puente porque tiene una importancia vital en la ciudad, además piensa que el movimiento debe consolidarse más porque muchas veces el peso de la vida las obliga a mantenerse ocupadas y produciendo y no les deja tanto tiempo para el activismo. 

“La resistencia es estar y tener reuniones más seguidas, a veces pensamos que los colectivos son un montón y en realidad quienes sostienen las acciones son una o dos, las demás se activan a veces”.

Señala que hay diversas concepciones a cerca de la lucha feminista. En fechas como el ocho de marzo es bien visto salir a marchar, pero no tanto un 28 de septiembre. Las acciones en el puente también acarrean fenómenos sociales interesantes para Evelyn, pues el día que pintaron el laso negro en memoria de Abigail Supliguicha llegó gente que quería tomar protagonismo sobre la lucha y eran cosas que nos veían antes porque ellas acostumbran cubrirse la cara para que no las reconozcan. 

Reflexiona que la ciudad tiene un feminismo muy blanco todavía y que es una verdad difícil de admitir, para ella es necesario empezar a educar y fortalecer desde adentro  del movimiento. 

“Ahora hay muchas funas si dices algo mal, no es verdad que sabemos todo sobre todo, muchas podemos saber de algunos temas y otras no. Hay que reconocer que no están ahí mis enemigas sino alguien que quiere escuchar y aprender. Mientras solo expulsemos gente no vamos a avanzar porque nadie tiene el conocimiento completo y hay que abrazarnos entre nosotras para estar fuertes y presentes”.

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