«Hacen falta mujeres rurales que cuenten sus necesidades, que estén en las mesas de diálogo y la voz de trabajadoras sexuales que ponen su vida en riesgo para alimentar a sus hijos…las mujeres somos diversas, cuando nos ponen en un molde muchos sectores quedan fuera”.
Hilda Chacha, actual vicepresidenta nacional de la organización Mujeres por el Cambio en la región Sierra, junto con dos vicepresidentas repartidas en la región Costa e Insular.
La organización se identifica con los movimientos de izquierda. Su objetivo, empoderamiento político, económico y social de las mujeres. Asesoran a compañeras para participar en las contiendas electorales y tienen miembros que se han implicado en la política como alcaldesas, concejalas además, de espacios de toma de decisiones. Su trabajo está conformado por mujeres de todos los sectores populares, desde estudiantes universitarias hasta comerciantes informales.
Ellas trabajan en diferentes áreas aprovechando las fortalezas de sus compañeras, desde ahí encaminan sus acciones. Todos sus miembros se reúnen para socializar ideas, ninguna decisión es aislada, todo es en total democracia. Sus compañeras en Quito han trabajado activamente en la Ley de la Erradicación de la Violencia así como el derecho al aborto.
“Si hay un plantón en Quito por el tema del aborto, nosotras también hacemos un plantón acá. Si hay plantones sobre femicidios, hacemos plantones y nos vamos sumando y coordinando”. (Ver los plantones)
Hilda recalca que la lucha no es fácil. Se enfrentan a un sistema grande, capitalista y patriarcal, piensa que la lucha se hace poco a poco, todos los días desde los diferentes contextos del país.
Para Denise Comanne (1949-2010), una referente del feminismo internacional, el sistema capitalista tiende a reorganizar en su provecho la economía a escala mundial y tiene repercusiones directas sobre las relaciones entre los sexos. Según las investigaciones de Comanne, el sistema capitalista se nutre de un sistema de opresión preexistente, el patriarcado, que, por otra parte, acusa sus características. La opresión de las mujeres es una herramienta que le permite a los capitalistas gestionar al conjunto de la fuerza de trabajo en beneficio propio.
Fuente: Mujeres por el Cambio
Nancy Fraser, filósofa política, intelectual pública y feminista estadounidense relata que la realidad subyacente del capitalismo es la rebaja de los niveles salariales, la reducción de la seguridad en el empleo, el descenso del nivel de vida, el fuerte aumento del número de horas de trabajo asalariado por familia, la exacerbación del doble turno, ahora, a menudo, triple o cuádruple, y el incremento de la pobreza, concentrado en los hogares de familias encabezadas por mujeres. Fraser explica que el neoliberalismo “nos viste a la mona de seda” a través de una narrativa sobre el empoderamiento femenino para justificar la explotación mediante el sueño de emancipación de las mujeres con el fin de “engrasar el motor de la acumulación capitalista”.
Hilda menciona que “Hay que sensibilizar, porque hombres y mujeres somos machistas debido al sistema en el que nos hemos criado, acarreamos estereotipos y roles de género de generación en generación, el entorno y la cultura tienen mucho que ver”.
Ella se preocupa por la realidad de las mujeres rurales y cuestiona las mesas de género realizadas desde la gobernación, piensa que hay que capacitar a los tenientes políticos de las parroquias rurales para que sepan identificar la violencia de género.
“En el área rural hacen falta instancias donde las mujeres puedan denunciar la violencia que está naturalizada. Si va un hombre machista con criterios sexistas a recibir una denuncia, lo que va a pasar es que va a revictimizar a la mujer, por eso necesitamos que estén sensibilizados y tengan un conocimiento con enfoque de derechos y de género, desde ahí dejamos una semilla, que no es inmenso, pero estamos haciendo algo, desde cualquier trinchera se hace la revolución”.
Sus cuestionamientos también abarcan el espacio de privilegio de compañeras feministas, aclara que no minimiza sus luchas, pero que son mujeres que tuvieron acceso a educación de calidad y que ahora trabajan en instancias públicas y no perciben las necesidades de una mujer agricultora, que debe sacar sus productos a la ciudad y que tienen enfrentamientos con guardias ciudadanos.
“Hace falta mujeres rurales que cuenten sus necesidades, que estén en las mesas de diálogo y de trabajadoras sexuales que ponen su vida en riesgo para alimentar a sus hijos, eso me gustaría, y no es minimizar y descalificar a las otras compañeras sino visibilizar más la realidad que es diversa y las mujeres somos diversas, cuando nos ponen en un molde otros sectores quedan fuera”. (Ver archivo)
Chacha se caracteriza por trabajar con la población LGBTQ+, incluso dentro del CRS Turi. Convive con ellos, ha vivido con ellos y sabe sus necesidades, tiene compañeros que entran en depresión e intentan suicidarse al no tener donde vivir porque no les arriendan cuartos debido a la discriminación de muchos, solo, por su orientación sexual.
“No hay una casa de acogida para una persona que sufre violencia de la población LGBTQ+, hay casos de transfemicidio que no están tipificados y las autoridades no hacen nada porque también tienen sus prejuicios hacia la población”.
Apenas a cinco días del 2024 ocurrió el primer transfemicidio en el país, organizaciones sociales reportaron el lunes 8 de enero de este año el primer transfemicidio perpetrado al sur de Quito en el sector de El Recreo . Esto sucedió tras un encuentro con un cliente, por lo que se presume que el asesino podría ser aquella persona
La organización social Silueta X y otros colectivos LGBT+ hacen un llamado a la fiscal general del Estado, Diana Salazar, y al comandante General de Policía, César Zapata, para que ejecuten acciones para hallar al culpable y que el caso no quede en la impunidad. También solicitan la intervención del Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos, la Subsecretaría de Diversidades y Defensoría del Pueblo.
El trabajo sexual es también una de las actividades que más le preocupa, considera que es una de las formas de explotación laboral más grande que viven las mujeres. Comenta que conoce mujeres que no saben leer ni escribir y que no han accedido al derecho a la educación ni vivienda, el único recurso del que pueden sostenerse es ejercer trabajo sexual. Ponen día a día su vida en peligro, consumen droga para aguantar el número de clientes que tienen. El tema de las mafias también golpea y salir de ese círculo es casi imposible.
Según Revista Vistazo, desde el 2022 Amnistía Internacional adoptó una posición en pro de los derechos de las trabajadores sexuales tras encontrarse con graves violaciones de los derechos humanos como tortura, violencia contra las mujeres y penalización de las relaciones entre personas del mismo sexo.
“Ellas son pobres porque son explotadas, los locales tienen dueños y ellos se llevan la mayor parte del dinero porque para ellos el cuerpo de la mujer es una empresa. La mafias les cobran el uso de espacio, o les obligan a vender droga. ¿Cuántas mujeres están desaparecidas pero quedan en el olvido por estar en el trabajo sexual?”
Pide soluciones sostenibles y alternativas de trabajo duraderas para ellas si intentan sacarlas de sus espacios de trabajo.
Hilda señala la corrupción política del país, acusando a los líderes y lideresas de ejercer la política como un medio de negocio. Su comentario se sostiene en que el patrimonio del ex presidente Guillermo Lasso incrementó en un total de $21millones entre 2021 y 2023. Además cuestionó que durante su gobierno se haya reducido el presupuesto a casas de acogida que atienden a víctimas de violencia de género. Hasta 2021 cada casa recibía alrededor de 126.000 dólares, para abril de 2022 la Secretaría de Derechos Humanos redujo el presupuesto a cerca de 111.000 dólares, Hilda señala la corrupción política del país, acusando a los líderes y lideresas de ejercer la política como un medio de negocio. Su comentario se sostiene en que el patrimonio del ex presidente Guillermo Lasso incrementó en un total de $21millones entre 2021 y 2023. Además cuestionó que durante su gobierno se haya reducido el presupuesto a casas de acogida que atienden a víctimas de violencia de género. Hasta 2021 cada casa recibía alrededor de 126.000 dólares, para abril de 2022 la Secretaría de Derechos Humanos redujo el presupuesto a cerca de 111.000 dólares, según el portal Primicias.
Además recuerda el accionar de la actual vicepresidenta Verónica Abad, quien realizó una actividad el 2 de febrero de 2023 en el puente Vivas Nos Queremos, con un discurso en contra del aborto, además firmó el Acuerdo por La Vida y la Familia en el lugar, este acuerdo fue propuesto por el grupo Cuenca Escoge la Vida, que buscaba que los candidatos a la alcaldía de Cuenca y a la prefectura de Azuay se comprometan con un agenda en contra del aborto y de la diversidad sexual, según el medio de comunicación Wambra.
“Aquí venimos a encontrarnos con una realidad que queremos evitar, Verónica Abad siempre a sido provida y nuestra base ideológica y filosófica es respetar los derechos naturales…defendemos la vida de los no nacidos, ellos tienen derecho a vivir”
Declaraba la actual vicepresidenta en una transmisión en vivo. Detrás de ella, colgaban del puente panfletos de fetos que tenían grabado frases como “no voto por políticos Pro- aborto” y que tapaban los nombres de las víctimas de femicidio.
Ese día, Hilda Chacha estuvo junto a otras compañeras en las cercanías del puente recibiendo denuncias por violencia en la Ventana Violeta, una campaña organizada por el ex alcalde Pedro Palacios. Decidieron acercarse y ver qué estaba sucediendo en el espacio por el que tanto lucharon y por el que sentían un profundo respeto.
“Vimos todo un circo y afiches de fetos, pancartas en todo el puente, Abad pronunció su discurso en contra del aborto e inclusive dijo que no existía la violencia de género. La gente que estaba con ella nos empujó y yo saqué los panfletos que colgaban del puente”.
El puente se ha convertido en su altar, su forma de orar es gritar y reclamar garantía de derechos. Es una forma de decirle a la justicia que es lenta, discriminatoria y corrupta.
“Así nos digan que somos mal habladas, putas, que no es un insulto sino que reivindicamos, digan lo que nos digan, protestamos porque nuestra lucha no es en vano, queremos cambiar la realidad”. (Consultar Archivo)
Hilda menciona que ella es una de las muchas “putas” que salen y tiene voluntad de decir las cosas que están mal. Porque la lucha se arma desde cada trinchera.
“Desde conversar con una persona que esté vendiendo y decirle cuál es su derecho, donde puede denunciar si le pasa algo, conversar con una persona en situación de movilidad e informar sobre centros de salud, donde puede buscar ayuda, desde ahí también se hace un cambio social. Cada acción, por más pequeña que parezca, suma fuerzas contra la violencia machista”.
Ella fue violentada durante 20 años por su ex pareja. No fue fácil salir adelante, pero pudo, por eso sale a las calles y no le da vergüenza mostrarle las tetas a una sociedad que no se inmuta con la violencia.
En alguna protesta, cuando el cansancio hacía mella y sus piernas y voz iban perdiendo fuerza para seguir, prefería sentarse un rato y descansar, por lo menos hasta que aparecía una de sus amigas de lucha más cercana.
En alguna protesta, cuando sus piernas y su voz ya no tenían la fuerza suficiente para luchar, descansaba en alguna calle hasta que aparecía una de sus amigas de lucha más cercana.
“Ella me decía: corre chucha, las guerreras no se sientan, no se cansan”.
Ahora, el nombre de esa amiga está grabado en el puente Vivas Nos Queremos: Maribel Castillo.
Maribel Castillo, tenía 47 años, era una profesional de medicina, desapareció el 21 de febrero de 2023, en el barrio Las Orquídeas de Cuenca. Su cuerpo fue encontrado con signos de violencia cuatro días después en una casa abandonada, cerca del río Machángara, en la capital azuaya.
“Nunca pensé que le podría pasar algo así”. Concluye Hilda.